La Institución
El 19 de marzo de 1812, reunidos de forma extraordinaria en Cádiz, las Cortes Generales españolas, como regentes, integradas por diputados de América, Asia, África y de la Península Ibérica, promulgaron la Constitución Política de la Monarquía española, en ausencia del rey Fernando VII, que se encontraba apresado por Napoleón, (nos encontramos en plena invasión francesa).
En su capítulo primero hablaba de los Tribunales, así el artículo 242 decía que, la potestad de aplicar las leyes en las causas civiles y criminales pertenecía exclusivamente a los Tribunales.
Y en el artículo 259 se decía: «Habrá en la Corte un Tribunal, que se llamará Supremo Tribunal de Justicia» ( enlace constitucion/ficheros/historicas/cons_1812.).
El artículo 261 trataba de todas las competencias del Tribunal y el artículo 260 de los magistrados y salas que lo debían formar.
Se pretendía que la Justicia fuese independiente.
Anteriormente, el Consejo Real de Castilla, fundado por el rey Juan I de Castilla en 1385, ejercía las funciones legislativas, administrativas, judiciales y militares.
El rey Fernando VII regresó a España en 1814, decretó la disolución de las Cortes, la derogación de la Constitución y la detención de los diputados liberales, y volvió al Consejo Real de Castilla.
El rey falleció el 29 de septiembre de 1833, en su testamento nombraba regente a su viuda, María Cristina de Borbón, durante la minoría de edad de su hija Isabel II, instituyéndose un Consejo de Gobierno para una transición liberal. Aunque no se restableció la Constitución de 1812.
En 1834 se promulgó el Estatuto Real que estableció la división de poderes (enlace .congreso.es/cem/estreal1834), y el Tribunal Supremo asumió las competencias del derogado Consejo Real de Castilla (enlace real-decreto-8-abril-1834-sobre-competencias-del-supremo-tribunal-que-asume-del-suprimido-consejo-de-castilla).
La primera sede del Tribunal Supremo en Madrid fue en el palacio de los Consejos, también llamado del Duque de Uceda, ( enlace Palacio-del-Duque-de-Uceda-o-Palacio-de-Consejos/), está situado en la calle Mayor esquina con la calle Bailén, donde se ubica en la actualidad el Consejo de Estado.
Isabel II
En 1834 la reina Isabel II instauró el Tribunal Supremo. Éste se compuso de tres Salas, una de ellas encargada de los asuntos de ultramar, recibió el nombre de Tribunal Supremo de España e Indias, y las otras dos, se designaron como el Tribunal Supremo de Guerra y Marina y el Tribunal Supremo de Hacienda.
Fue Isabel II la primera monarca que presidió la apertura del año judicial, el 2 de enero de 1856.
Y también fue la monarca que veló por la institución, dotando al presidente del Tribunal Supremo, para su reconocimiento y el de la Justicia que impartía, de un Gran Collar de la Justicia, un distintivo honorífico que pueden utilizar en actos oficiales, los magistrados y las magistradas que ostenten el cargo de presidente o presidenta. El collar se realizó en esmalte y oro con símbolos de la Justicia y de la Monarquía. (enlace el-collar-de-la-justicia)
Ahora vamos a hacer un viaje en el tiempo. Bárbara de Braganza.
Cuando falleció en 1746 el primer rey Borbón Felipe V,- casado en segundas nupcias con Isabel de Farnesio-, subió al trono el entonces príncipe de Asturias, Fernando VI, hijo de su primera esposa Maria Luisa Gabriela de Saboya.
Fernado VI estaba casado con Bárbara de Braganza, ésta temía que su esposo falleciera antes que ella, pues no gozaba de muy buena salud (padecía ataques epilépticos). Y también sabía que tenía una enemiga muy poderosa, Isabel de Farnesio, que se encargaría de hacerle la vida imposible.
Por este motivo, ambos reyes, en 1749, decideron hacer un palacio que a la vez fuera convento donde Bárbara, llegado el caso, puediera vivir rodeada de unas monjas,- Orden de la Visitación de Santa María, rama femenina de la Orden de San Francisco de Sales, de ahí el nombre de Salesas-.
El complejo fue encargado al arquitecto francés François Carlier, aunque la obra fue desarrollada por el arquitecto español Francisco Moradillo, y constaba de: dependencias reales, iglesia, monasterio, jardines,- diseño cargado de una gran influencia francesa-.
Pero los azares del destino cambiaron todos los planes, Bárbara falleció antes que su esposo, en el palacio del Real Sitio de Aranjuez en el año 1758, pocos días después de la inauguración de la iglesia de Santa Bárbara. Según cuentan, había caído enferma con calenturas, también se dice que murió a causa de un aborto,- pues la reina tenía problemas en sus embarazos-.
Falleció sin descendencia, motivo por el que no pudo ser enterrada en el Monasterio de San Lorenzo de El Esorial, y fue enterrada en la iglesia que acababa de inagurar.
Fernado VI al enviudar, se encontraba desolado. Fueron una pareja muy unida y enamorada,- pese a que todos los matrimonios de la realeza eran previamente concertados-, y justo un año despúes, en 1759, falleció en el palacio de Villaviciosa de Odón.
¿Qué pasó entonces?. Fernando había dejado dispuesto que lo enterraran junto a su amada Bárbara, no quería dejarla sola en su iglesia.
Con el fatal desenlace de ambos reyes, las monjas ocuparon todos los edificios, creando un internado de niñas de la alta sociedad,- ingresaban siendo muy niñas y salían para casarse con algún rico hacendado-, aunque también ingresaban las hijas rebeldes, no tan niñas, las que habían tenido la desventura de enamorarse del hombre inapropiado, (estamos en el siglo XVIII).
La plaza de la Villa de París
Formaba parte de los huertos y jardínes del recinto, (enlace Jardines-de-la-Plaza-de-la-Villa-de-Paris.)
De estilo decimonónico, formada por dos amplios espacios, en uno de ellos se encuentra la estatua del rey Fernando VI, obra del escultor de cámara de su corte Giovanni Domenico Olivieri, y en el otro, la escultura de Bárbara de Braganza realizada por el escultor español Mariano Benlliure.
La plaza debe su nombre a que en sus proximidades se encuentra el Consulado General de Francia en Madrid y el Instituto francés en España.
También indicar que, las primera monjas salesas que ocuparon el convento, provenían de Chambéry, (capital histórica de la francesa Saboya en los Alpes).
El palacio de justicia
El internado y convento ubicados en las zonas palaciegas del monasterio, fueron expropiados en 1870. El presidente del Gobierno de la época, el general Juan Prim, ordenó su incautación y su conversión en palacio de Justicia, – pero nunca perdió su nombre: Palacio de ¨Las Salesas¨-.
La iglesia, llamada de Santan Bárbara, se separó, siguiendo destinada al culto católico hasta nuestros días.
El palacio en 1915 sufrió un grave incendio. El rey Alfonso XIII ordenó su reconstrucción al arquitecto Joaquín Rogí, quien respetando la esencia del arquitecto anterior, lo dotó de una grandiosidad que nada tenía que ver con el anterior.
Paredes de seda brocada, muebles de caoba de cuba, suelos de tarima, mármoles de España, Italia y Francia, estucos, escayolas, calefacción, vidrieras de Mauméjean, y sobre todo la gran obra pictórica para su decoración. – Podemos admirar la obra de los pintores Álvaro Alcalá Galiano, José Garnelo y Alda, Marceliano Santa María y Enrique Simonet, entre otros-. La símbología de la Justicia está representada por todo el edificio, ( el famoso haz de fasces o haz de lictores de los romanos, que nos viene a decir que la unión hace la fuerza, las tablas de la Ley con 12 números, la diosa de la Justicia de los griegos llamada Themis, etc.). Sin olvidarnos del escultor Mariano Benlliure (realizó el escudo de España que preside el salón de plenos), y de los múltiples cuadros cedidos por el Museo del Prado ( de pintores como Claudio Coello, etc.).
Así de majestuoso el palacio, se inaguró en el año 1924, presidiendo el rey Alfonso XIII la apertura del año judicial.
El palacio ha ido modernizandose con el tiempo y se ha ido adaptando a las necesidades laborales de la administración de Justicia, aunque sin perder su esencia.
Para poder visitar el interior del Tribunal Supremo, os facilitamos el enlace de las Jornadas de Puertas Abiertas, que todos los años organiza el Consejo General del Poder Judicial, en el mes de octubre (enlace Poder-Judicial/Tribunal-Supremo/Portal-de-Transparencia/Conoce-el-TS/Jornadas-de-Puertas-Abiertas/Actividades-en-las-Jornadas/)
En las Jornadas de Puertas Abiertas podréis admirar los espacios que componen el palacio de Justicia, así:
El Holl de la antigua Audiencia Provincial, la Galería de los Pasos Perdidos, el Patio de la Reina o de los Naranjos, la Escalera de la Reina, el Salón de los Pasos Perdidos ( ¿por qué tanto paso perdido?, se decía que, antes de entrar a un juicio todo lo que se preparaba no servía para nada, pues luego las circunstancias que devienen son otras, y hay que ir salvándolas sin preparación alguna). También veréis las Salas de lo Penal y de lo Civil, el Salón de Plenos, la Sala de banderas, y lo más espectacular, el despacho del presidente llamado la Rotonda.
También se puede realizar una visista virtual en este enlace poderjudicial.es/visitavirtualTS
La iglesia de Santa Bárbara
Monasterio Real de la Visitación de Nuestra Señora, más conocido como las Salesas Reales, hoy parroquia de Santa Bárbara, la única que se salvó del terrible incendio de 1915.
Inagurada en 1758 por la reina Bárbara de Braganza, es una de las iglesias favoritas de Madrid donde las novias quieren celebrar su boda.
¿Será por la historia de amor que encierra, o, será por su gran escalinata de entrada?
enlace de /informacion-turistica/iglesia-santa-barbara
Como el resto del conjunto arquitectónico, fue diseñada por el arquitecto francés François Carlier, quien también diseñó el altar mayor, y desarrollada por el arquitecto español Francisco Moradillo. Decorada con maderas y mármoles nobles, es de destacar su espectacular cúpula, su imponente fachada y su maravillosa escalinata. (Accesible para personas con movilidad reducida, dispone de una moderna rampa y un ascensor muy cómodos).
Destacaremos, como no, el mausoleo de los reyes Fernando VI y Bárbara de Braganza, obra atribuída al famoso Sabatini, según unos, y, según otros, al escultor de la Corte de Fernando VI Giovanni Domenico Olivieri, quien también realizó las esculturas de la fachada de la iglesia.
La tumba de Fernado VI la encontraremos en el ala derecha de la nave, cerca del altar mayor, mientras que, para ver la tumba de la reina Bárbara de Braganza, tendremos que acceder a una capilla independiente, que hay a continuación, a la derecha también del altar mayor. Parece que están separados, pues se trata de dos conjuntos escultóricos independientes, pero no, están sepultados juntos.
No podemos pasar de otra importante sepultura. A la izquierda del altar mayor, se encuentra la tumba del famoso político y militar del siglo XIX Leopoldo O´Donell, mausoleo-de-odonnell-iglesia-de-santa-barbara-madrid/monumentos/. El mausoleo es de estilo renacentista, rompe con el estilo de los mausoleos de los reyes y el propio de la iglesia. El único vínculo que podríamos buscar entre O´Donell y el vecino palacio de Justicia, es que éste fue presidente del Consejo de Ministros durante el reinado de Isabel II, (gran defensora y propulsora del Tribunal Supremo, como ya hemos mencionado). La verdad, no se entiende por qué lo enterraron aquí.
Podemos pensar que, el Tribunal Supremo se lo debemos a dos reinas de España, una, Bárbara de Braganza, que ordenó construir el edificio que lo alberga. La otra, Isabel II, que instauró y veló por la institución como órgano supremo de la administración de Justicia.
Para visitar la plaza de la Villa de París, la iglesia de Santa Bárbara y el interior del Tribunal Supremo, (éste último, por el momento, sólo visitable cuando se celebran ¨las Jornadas de Puertas Abiertas¨), os recomendamos utilizar el transporte público, aunque hay algún aparcamiento público en la zona, nos encontramos ya en el espacio de Madrid 360 (enlace madrid360).
Enlaces de transporte público:
emtmadrid. (Cualquier autobús que vaya por la Castellana/Paseo de Recoletos)
metromadrid .(Estación de Colón y Estación de Banco de España- dando un paseo por la agradable calle Barquillo- )
bicimad. (Para los que prefieren pedalear)
renfe.com/es/es/cercanias (Estación de Recoletos)
Os doy las gracias por leer mis artículos, yo los hago con mucha ilusión, esperando que os gusten y que os sirvan para conocer los lugares sobre los que escribo.
Este artículo se lo dedico a Pilar.
Hacer turismo alimenta el alma.
Hasta pronto.
Rych